miércoles, 4 de agosto de 2010

Cuando la violencia escapa a las manos...

Sí ya de por sí últimamente escribir se convierte en una ardua y dura tarea para mí, no se pueden hacer una idea de lo que supone escribir sobre la violencia en la que uno, sin quererlo, se ve inmerso. Pero como decían dos buenas amigas, las circunstancias son las circunstancias y eso es lo que queramos o no, va cambiando el rumbo y el significado de las cosas...

Lo cierto es que como periodista nunca presencié tal clima de violencia como lo estoy haciendo acá, talvez siga siendo la provinciana española que un día salió del pueblo sin saber muy bien lo que era la realidad del mundo, tal vez no esté hecha para cubrir un conflicto o una guerra, o tal vez siempre tuve mucha suerte en mis viajes y zonas en donde andé aunque siempre consciente de los problemas y las realidades de cada uno de los sitios donde dejaron alguna huella las suelas de mis zapatos...

Pero como digo, las circunstancias, el cúmulo de historias, sucesos, acontecimientos, valores, tradiciones, etcétera... son lo que convierten un día diferente de otro... y en Jaén, el de la selva peruana, las historias, sucesos, acontecimientos, etc, ponen en el punto de mira a una ciudad de apenas 80 mil habitantes... Una ciudad donde todavía no llegaron los supermercados, donde las neveras no importan a pesar de que a veces se traspasen los 30°, donde no existe otro medio de transporte que una moto con asiento, máximo para tres personas... Un pueblo que vive de la recolección del café y del cacao, pero porqué no decirlo, una ciudad donde parte de sus habitantes, vive de la corrupción, la delincuencia y la violencia...



Jaén es así, como quien dice, Bravo, no sé si por su propia historia y raíces, provenientes de los Bravos Pacamuros, tal vez sea por eso no sé, nunca se me hubiera ocurrido que la raíz de la violencia se pueda justificar...

Este pasado mes de Julio comenzó la cosecha y recolección de café... Es precioso, impactante, ver como llegan los camiones por las calles polvorientas de la ciudad llenos de sacos de café, cómo los hombres, cansados tras la larga jornada de trabajo van tumbados en lo alto del camión... Me recuerda cuando íbamos con mi padre a recoger la almendra y la oliva y veníamos todos en lo alto del remolque...

En cambio tras ese amago de recuerdo todo queda en una vaga comparación, porque lo que ocurre con la cosecha acá es muy diferente a lo que podríamos pensar...
Comienza julio, comienza la cosecha y se disparan los asaltos y las muertes,Qué tendrá que ver el café con la delincuencia? y aunque parezca raro aquí la tiene... Los recolectores de café son asaltados cuando llevan su cosecha a las cooperativas, una de dos o se les quita la cosecha o se les quita el dinero una vez que ya entregaron el café...
Aprovechando este clima, los rateros (ladrones) convierten la ciudad en un estercolero de robos de bolsos, celulares, billeteras, casi siempre de forma violenta, de tal manera que tranquilamente puedes ir por la calle y de la nada aparece un tipo que se te echa encima para jalarte (llevarte) el bolso...

Los jaenos están asustados, pero los que no somos de aquí lo estamos a la enésima potencia... Las muertes también se han multiplicado, la semana pasada unos delincuentes asesinaron a 6 ronderos en el pueblo de Cruce de Shumba, además de los dos heridos que están en el Hospital de Chiclayo, para los cuales la radio en la que trabajo recopiló una alta cantidad de dinero para ofrecerles para su operación, porque parece mentira, pero en este país para ir a un hospital tienes que tener plata, la muerte y la enfermedad es cosa de pobres... Hace dos semanas una niña inocente murió por un tiroteo en un mercado, hace tres asesinaron a un alcalde en Namballe (San Ignacio), tampoco hemos comentado lo que el clima electoral desata en estas tierras...

Las fotos son de la movilización ciudadana que se convocó el pasado 28 de Julio aprovechando las fiestas patrias, que para este pueblo enfadado, quemado y enfurecido poco o nada tuvo de patriótico... Que venga Alan García y vea con sus propios ojos lo que pasa en esta tierra olvidada de la mano de Dios, que les diga a sus "hermanos" jaenos lo que es la patria... una patria donde la violencia escapa de todas las manos...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Así me parecia Jaén también... agressiva y antipático... pero peor es Bagua... Y Alán Gacia? No le interesa lo que pasa de verdad en el Perú...