Cuenta la historia que hace siglos los colonos españoles traían a los esclavos africanos a trabajar las tierras peruanas... Del dolor que ocasionaban las cadenas amarradas en sus pies mientras pisaban la uva para elaborar el vino y el pisco surgieron los cantos tristes, de lloro y desgarro de los esclavos negros y se dice que así, surgieron las Morenadas, danzas ancestrales en representación a esta opresión...
Otras referencias hablan sobre el origen de la Morenada en Potosí en Bolivia... y otros autores hablan sobre el origen de esta fiesta como crítica a los negros traidos a trabajar las tierras, quienes eran considerados tramposos, ladrones, jugadores y borrachos, que molestaban a las mujeres y muchachas indígenas. El autor Poma de Ayala cuenta que, sin embargo, la mala alimentación que les daban casi obligaba a los esclavos a verse en la necesidad de robar...
Siendo así o no, lo cierto es que en diversas zonas de los Andes, ya sea en Perú o Bolivia, todavía se representa esta costumbre que en ocasiones se relaciona con la celebración de la Virgen de Cocharcas, conocida como la Mamacha Cocharcas y la Reina de los Andes Peruanos...
Látigo en mano, en representación a la opresión de los abusos de los señores a los esclavos y máscaras y pieles con las figuras más exageradas, esta pequeña fiesta no deja de sorprender a todo al que se acerca por esas viejas carreteras entre Huancayo y la laguna de Ñahuinpuquio (Ojo de Agua en Quechua)... Una tradición ancestral que combina alcohol, dolor y fiesta para ahogar las penas de los antepasados negros e indígenas...
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