miércoles, 7 de octubre de 2009

Comiendo salchichón en un lugar extraño de los Andes...

Hoy no es un miércoles cualquiera...

Mientras pienso en coger el primer autobús que me lleve a Lima para agarrar el carro con destino a Parakas, hay un pensamiento profundo que me lleva invadiendo durante todo el día... Y es que hoy no es un miércoles cualquiera... De repente me he acordado de lo que fui no hace tanto tiempo... Recuerdo cuando cogía las uvas con terribles dolores de lomo y con terribles personajes como Pepe Pernales y Pepete, los dos Pepes... por momentos diviso pequeños salicornios y cubos de uva, entre un jolgorio y rayos de sol azotando las viñas manchegas y la antigua casa de Cesáreo, que ya no está...


Para cuando haya llegado a Lima, ya será 8 de octubre, día en el que Perú fue derrotado ante Chile en la Batalla de Angamos y en el que murió el Contraalmirante Grau... para entonces... ya habrán empezado las fiestas del pueblo y los paisanos irán más que tostaos desviniéndose por las calles manchegas sin importarles la batalla de Angamos, o Miguel Grau..

Sí, ya Siento el olor a uva pisada con un océano de distancia... y puedo ver como las mujeres van a ofrecerle sus mejores granos de uva al patrón... madre mía!!! Dionisio, nunca pensé que un nombre así causara tanta melancolía en un día como hoy y mucho menos iba a pensar que hoy 8 de octubre iba a estar comiéndome un trozo de salchichón de Cordovilla y queso manchego en un rincón de los andes peruanos...


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