Intentamos escaparnos para la playa, San Clemente del Tuyú, San Bernardo, Mar de Plata... sin embargo los pasajes eran tan caros como viajar en España y la diferencia me pareció abismal, así que decidimos quedarnos en Capital Federal hasta que el día uno...
Dicho y hecho, pasamos la noche vieja felizmente, pocos, pero entre amigos, quemando grandes globos de papel y de colores que anunciaban nuevos deseos y propósitos para el 2010... Bebimos Ron con cola y limón, fumamos, bailamos, Victoria se arrancó con una de sus coplas, a mí me dió por llorar, entre abrazos, risas, lloros y alegrías nos quedamos dormidos a eso de las 6 de la mñ y ese mismo día 1 de enero, con toda la resaca y resquicios de vómito en mi cuerpo, teníamos que viajar a Córdoba durante todo el día...
El viaje fue horrible, a penas podía comer, mi cabeza estallaba y solo intentaba dormir y acurrucarme sobre él para que mi malestar pasara...
Como a las 11 de la noche llegamos a la estación de Córdoba... Preguntamos a unos policías donde podemos alojarnos en la ciudad por un precio barato y nos indican que alrededor de la estación hay varios hospedajes económicos...
Conseguimos un cuarto por 50 pesos, decidimos quedarnos, el baño apesta a mierda, y la habitación no es una oda a la limpieza, pero al menos está ordenado y solo hay polvo... Decidimos quedarnos ahí y descansar como es debido... Al día siguiente el dueño nos echa del cuarto porque el checkout es a las 9 y ya son más de las 10... Seguimos sin entender nada...
Por últimas, el tipo viejete con aspecto de pederasta nos ofrece un cuarto de un amiguete al lado suyo y por el mismo precio... Subimos al hospedaje, aparentemente está más limpio que el otro... nos vamos, dejamos las cosas y le pagamos al tío los 50 pesos, aunque el colchón no es que inspire mucha confianza...
Las cosas empiezan a complicarse, volvemos a la estación a comprar los pasajes para ir a Jujuy al día siguiente, y cual es mi sorpresa... mi tarjeta de crédito no tiene saldo... Tengo 50 euros en el monedero y me sugieren ir a cambiarlos a la ciudad...
Caminamos por toda Córdoba en busca de una casa de cambio, un calor mutante nos asola y no tenemos ni un peso para poder comprar agua o comida... Es sábado, hay turistas, pero los bancos están cerrados y con ellos las casas de cambio... Así que decidimos volver a la estación y cambiar donde hemos intentado comprar los pasajes... El hombre, felizmente nos cambia el dinero y con eso conseguimos comprar los pasajes y algo de comida...
Todo parece mejorarse, comemos algo, nos vamos a parchar, conocemos a un personaje que nos habla de una trama de Call Centers en España y lo mucho que le gusta esa trama, y no para de decir la frase "todo el maldito fucking day" y bueno, algo cansados volvemos al hostal para dormir una siesta y descansar...
Abrimos la puerta, y lo primero que aparece por debajo de la ranura es un ejército de cucarachas de todos los tamaños, miramos al colchón y salen hasta de ahí y el cuarto apesta a una mezcla absurda entre mierda y muerto... Indignados, Pasapera y yo le reclamamos al tipo gordo que nos cambie de cuarto y que no podemos dormir en esas condiciones, al tío no se le ocurre otra cosa que mandar a su hijo a por insecticida y nos dice que no tiene más cuartos y que nos vayamos pero qeu solo nos devuelve la mitad de la plata... Indignados y asqueados de todo lo que nos estaba aconteciendo en Córdoba decidimos sacar las cosas, escupimos por todos los rincones del hospedaje y acordamos pasar la noche en la estación de buses hasta que salga el otro bus con destino a Jujuy a las 9 horas del día siguiente...
Pero todavía eran las 4 o 5 de la tarde y había mucho por hacer... Así que guardamos las mochilas en consigna y nos vamos a vender al centro de la ciudad... Por fin parece que algo va bien durante todo el día, en unas horas la magia nos recibe, conocemos buena gente y conseguimos vender bastante artesanía, después nos divisamos una preciosa actuación de tango y milonga en la Plaza...
A las 2 de la madrugada nos adentramos en el único bar abierto alrededor de la estación... El cuadro es grotesco... Un viejo intenta comerle la oreja a otra señora cincuentona y el tío está como poco empalmao ... Pero la tía no se deja y nos preguntamos cuantas cervezas han de caer hasta que consiga llevársela a la cama...
En otra mesa hay una chica gorda y muy blanca de piel con los labios mal pintados de color rojo... Parece prostituta y engulle la comida como un cerdo...Su camiseta está rota por la parte delantera y sus descomunales pechos le asoman y no por arte de magia... Por detrás su aspecto no es mucho más agradable, sus bombachas están bajadas y se le puede ver el culo...
De fondo una cumbia argentina mal cantada y un muslo de pollo con papas podrido y casi incomible, aderezado con una Quilmes...
Mis ojos exhaustos y mis lentillas pegadas como lapas nos indican que hemos de ir a descansar por fin...
Encontramos unos bancos en la estación y nos echamos... Un guardia viene a decirnos que no se puede dormir y que tenemos que permanecer sentados... No hacemos mucho caso y volvemos a dormir, a las dos horas viene otra vez y esta vez me regaña solo a mí...
Nuestros cuerpos no aguantan más y a la tercera vez que estamos entresentados y dormidos el guardia nos amenaza con echarnos de la estación y llamar a la policía... Jamás había visto que en una estación de buses no se pudiera dormir, Henry se enfada y le dice al guardia que nos eche, que deje de molestarnos y no sé que más... intento calmar la cosa y buscamos otro lugar...
Henry y yo nos enfadamos por la cojudez del guardia, solo quiero llegar a Jujuy, darme una ducha y poder descansar...
Pasamos algunas horas más deambulando por la estación, sin saber muy bien qué hacer... a las 9 en punto arrancamos hacia Jujuy... pero eso os lo cuento otro día...
2 comentarios:
Madre Jenny, menudas aventuras vives!!!!!
Pero si la historia va tomando cuerpo. Espero leer la siguiente parte pronto. Miles de besos.
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