jueves, 23 de diciembre de 2010

Un ser extraño en el pueblo, y en navidades...


Sin ninguna novedad, hoy es Nochebuena, como todos los años... En el pueblo suelen acontecer algunas cosas típicas en estas fechas: Una de ellas es que dos días antes los quintos se cojan la cogorza del siglo arrancando cepas por todo su alrededor y pasando noches de penuria, frío y borrachera, todo sea por encender una hoguera que cada año es más pequeña y que recuerda la fecha en la que antaño, todos los muchachos de 18 años eran mandados a la mili...

Mientras, las puertas del supermercado Consum se abarrotan de gente y los turrones y los mazapanes pueden llegar a tocar incluso la zambomba si les tocan los cojones... Las mujeres llenan las cuatro o cinco peluquerías del pueblo, y las que tienen salones de esteticien los revientan calentando cera depilatoria para que todas las fuentealameras deslumbren en estos días aunque haya poco que enseñar por los fríos polares que se avecinan...

Esto no es algo muy fuentealamero, pero como en todas los hogares lo habitual es que se junten todas las familias, de tal manera que el pueblo acaba por recibir más habitantes en una noche que en cualquier otra fiesta del año, sin contar el verano, claro... Entonces es cuando vas por la calle y te encuentras con gente que hacía mil años que no veías y te quedas con cara de gilipollas pensando que todos están casados, tienen dos o tres críos, un coche de no se cuantos millones... y todo eso... pero que al final, pues eso, sólo se les ve el pelo el día de Noche Buena y algunos parece que se les olvida hasta el día que tuvieron que amagar el lomo pá vendimiar y ahora son jóvenes apuestos de traje y corbata y con algunas canas...

Otras veces, que esto no tiene porqué ocurrir sólo en época Navideña, de hecho es lo más habitual en mi vida de pueblo, es que todo tipo de mujeres mayores te abasayen con afirmaciones y preguntas del tipo: Yo te conozco! a que eres del pueblo?? No eres tú la mujer del fontanero? del Abelardo? Que yo no tengo nada en contra de esa mujer y ese fontanero, pero que coño, digo yo ... que alguien me tendría que conocer no? Cabe decir que nisiquiera cuando era más pequeña la gente tuvo muy claro quien era... Cuando tenía 16 años e iba a coger el autobús para ir al instituto temprano, los jornaleros del campo me confundieron con una inmigrante latinoamericana, cosa que por otra parte no me ofendió, pero el caso es que yo iba a estudiar tan campante y me ofrecieron echar un jornal con los vendimiadores...

Otras mujeres, porque estas cosas siempre me pasan con mujeres mayores, saben quien soy, lo que nunca llegan a tener claro es por dónde estoy, entonces una de dos, intentan quedar bien diciéndote: qué? cómo te ha ido POR AHÍ?? aun estás trabajando por AHÍ??? y se quedan tan anchas... La otra opción es que las susodichas den por sabido el lugar donde te encuentras y de repente te pregunten qué tal por Paraguay... y tú, con cara de entrepaleta y gazpachos le sueltas: Pero si yo no estoy ahí! a lo que la mujer te responde: Bueno, es que como todo eso está por ahí... tó junto! pues lo mismo da en un lao que en otro! jajajaja!

Entonces respiro profundamente, cuento hasta tres y pienso en la mejor frase que he escuchado últimamente a un hombre mayor: "Nena, hoy es un día de esos pa hincharte a comer chorizos en la lumbre y sacar el porrón de vino... y ya estamos arreglaos".

1 comentario:

jo dijo...

resolverlo con un POR AHÍ las honra, igual que te honra a tí ser tanto de por ahí como de por aquí por más que te pongas a descerrajar XD. me declaro fan de esa cocina. que disfrutes el hogar dondequiera que estés. feliz navidad :)