domingo, 7 de junio de 2009

De mayor, cartonero (I PARTE)



Texto y Fotografías de Jenifer Rodríguez (Buenos Aires, Abril 2008)

Miles de familias argentinas intentan ganar el pulso al día a día recogiendo y vendiendo cartón. Es la otra cara del país del tango, Maradona y las vacas asadas.

Es difícil definir a un país como Argentina, muchos de los lugareños no dudan en calificarla como el estado de la incertidumbre y de los contrastes, incluso teniendo en cuenta el gran porcentaje de clase media que se ha mantenido en los últimos años tras la recuperación de la crisis de 2001. Aún así Argentina sigue sufriendo las consecuencias de aquella recesión, como la llamarían los políticos, que se llevó por delante los ahorros de millones de argentinos y dejó en la calle a otros tantos. Son precisamente aquellos callejeros, los más débiles, los que no tuvieron nada que llevarse a la boca, los que no encontraron más salida que recoger cartón de la basura para ganarse unos mangos. Los comúnmente conocidos como “Cartoneros” encontraron en el cartón una solución inminente a sus problemas y una forma de ganarse la vida que hoy día es el principal sustento de cientos de familias que siguen estando ahí aunque para algunos parezcan invisibles.

El país de las contradicciones

“En Buenos Aires brilla el sol y un par de pibes, en la esquina, inventan una solución.En Buenos Aires todo vuela, la alegría, la anarquía, la bondad, la desesperación”. Sabina escribió esta canción junto a Fito Páez en 1998 a propósito de la capital porteña, la ciudad que mezcla a modo de cóctel casi explosivo la pobreza con la ostentación, la cultura con el analfabetismo, la buena comida con el hambre … ¿Cómo se explica que la mitad de la población del principal exportador mundial de carne pase hambre? ¿Cómo se digiere que uno de los países líder del desarrollismo en América Latina junto a Chile, Uruguay y Brasil
[1] tenga a la mitad de la población en situación extrema de pobreza? Las incógnitas sobre la situación en nuestro país hermano se multiplican si abordamos temas como la Guerra de las Malvinas, la Deuda Externa, la grave situación de diciembre de 2001, y la reciente Crisis del Campo en el Gobierno de Cristina Kirchner, sólo por nombrar algunas de las problemáticas con las que se encontró Argentina.

Y es que en esta guerra que no fue guerra una vez más los débiles fueron los que perdieron y los que pagarían las consecuencias de una larga ofensiva económica que llevaron a cabo Carlos Saúl Ménem, Fernado de la Rúa (último Presidente de la Nación Argentina antes del estallido de la crisis) y Domingo de Cavallo, por aquel entonces Ministro de Economía.


Ellos ofendieron al pueblo argentino, lo manipularon, convirtieron al rico en más rico y al pobre en más pobre. Fueron los culpables de que familias enteras quedasen reducidas a la más pura miseria, viviendo en la calle, bajo cartones, valga la redundancia, y aquellos más afortunados intentaron hacerse un hueco en alguna de las 21 villas miseria que rodean Capital Federal.


Es la otra cara del Buenos Aires rico y emprendedor, de hombres de traje y corbata, de la cuna del Boca Junior y River Plate, de la ciudad por excelencia del tango y la sensualidad. Es la capital de cartón.

[1] Naomi Klein, “La Doctrina del Shock”

3 comentarios:

jo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
jo dijo...

me gusta: capital de cartón...
ánimo tiksy girl.

Unknown dijo...

Dejo mis saludos desde Argentina, creo que conozco la realidad de mi pais asi que me animo a decir que "jenny sos una grosa objetiva".
Mi pais de las contradicciones todavia sangra el 2001, algunos de nosotros no quiere un modelo agricola-ganadero y por eso apoyamos a nuestra presidenta, queremos un pais industrializado por que estamos en el futuro, abramos los ojos es 2009. Me encantó la nota!!! saludos