lunes, 17 de noviembre de 2014

En esta cama errada

Esta cama está errada porque no te hallo en ninguno de sus rincones...
porque me parece una laguna que cada vez se llena más de agua....
y me sumerjo en ella, y me pierdo... 
buceo por debajo de sus sábanas 
y los rincones dejaron ya de existir....
y me pierdo...

me pierdo como se pierden las nubes entre el cielo 
como si todo se confundiera el azul con el blanco
y el agua con las sábanas
y mi cama con la tuya que no está
y yo contigo que tampoco estás
y te pierdo...

te pierdo como se perdieron mis zapatos viejos...
y te amo...
en esta cama que está errada porque no estás junto a mí...
te amo en esta laguna llena de un sexo húmedo que extraña tu cuerpo
y tus gemidos interminables que se confunden con el sonido de tu guitarra...
te amo en estas sábanas que me envuelven 
como siento que te envuelve mi voz 
en esas frías noches limeñas que hoy también te piensan...


miércoles, 8 de mayo de 2013

Ni putas ni princesas

Foto: Festival Nosotras No estamos en la Calle, Lima 2013
 
Pareciera que vamos a ver un prestigioso documental social, de esos galardonados en los grandes festivales de cine independiente. Aunque pudiera serlo, tal vez para otra ocasión, y no muy lejos de la realidad que nos atañe, “ni putas ni princesas” es el relato de la vida misma, el día a día de miles de mujeres que nos enfrentamos a un tipo de violencia machista silenciada, una violencia que se ve, pero no se toca, que se escucha, pero se permite, una nueva violencia que no es considerada violencia porque no golpea, pero hiere. Es un terrorismo realizado por hombres sin escrúpulos, el nuevo terrorismo patriarcal conocido como “Acoso Sexual Callejero”.
 
Lima, capital del Perú, una ciudad de más de 8 millones de habitantes. Una gran urbe donde el caos, el olor a comidas en la calle y los sonidos se confunden entre el caótico y áspero tráfico, donde la contaminación y un cielo gris que cubre la ciudad desde mayo a noviembre es el pan de cada día para la segunda ciudad del mundo asentada en un desierto, después de El Cairo.
En ella, viven más de 4 millones y medio de mujeres, lo que supone más del 50% de la población limeña, según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) 2013.
Somos las más numerosas en la capital peruana, al igual que en todo el mundo, pues las mujeres constituimos más del 50% de la población a nivel mundial, a pesar de ello, somos las menos respetadas y las más expuestas en una nueva y desconocida forma de agresión: El Acoso Sexual Callejero.
 
Según la II Encuesta de Victimización de la Mujer 2012 en Lima, 7 de cada 10 mujeres se sienten inseguras en la calle. No sólo los asaltos y robos se ceban contra las que, inmerecidamente, se nos ha considerado las más vulnerables, las palabras también hieren y pueden golpear más fuerte en la calle que un puñete.
 
¿A qué mujer no le han dirigido alguna vez un piropo? Diferenciar la barrera que separa al piropo del insulto es complicado, porque poco a poco los piropos se han ido convirtiendo en insultos. De tal manera que una puede ir caminando tranquilamente por la calle comiendo un helado pero un tipo le grita a los cuatro vientos “qué rico lo chupas! Así quiero que me la chupes!” o “mamacita con ese culo no sé cómo te moverás en la cama”. El hombre que camina frente a ti, el obrero que come en tu restaurante, el taxista, el chico al que le compras tus aretes… pocos son los que, hoy por hoy, se salvan de violar tu intimidad, porque aunque ellos no lo crean o no lo quieran saber, ese insulto o lo que ellos creen un piropo, que les hace subir su ego, es una violación a la intimidad de la mujer, a la dignidad de las personas.
 
El hecho se vuelve más terrorífico cuando se sobrepasan los insultos y se llega al tocamiento. Un día saliendo a mi trabajo, un tipo en bicicleta me tocó el trasero, así, bien palpado, en mi impotencia iba a tirarle una piedra, pero salió tan rápido que no pude alcanzarlo. Otro día un señor mayor casi me besa cuando me lo cruzaba de frente. Al cabo de unas semanas llevaba un vestido corto, estaba muy maquillada y bonita, noté que un tipo me seguía y me hablaba babosadas, así que me cambié de acera. A pesar de ello no me di cuenta que el tipo continuó siguiéndome y cuando paré en el semáforo me levantó el vestido y me tocó el trasero.
Sentí que mi reacción fue infantil, me sentí como una niña que se ha orinado encima, como si estuviera expuesta en público para que todos me vieran desnuda como un animal, precedió una reacción de sentimiento de violación, humillación y asco.
 
Ninguna chica pasa desapercibida, no importa edad, ni forma de vestir, ni talla, todas están expuestas a pasar por este amargo trago, y el hecho es tan común, que muchas mujeres empiezan a tomarlo a broma o como algo natural y sin importancia. Definitivamente, algo natural no es, puesto que es fruto de la sociedad machista en la que, por desgracia, hemos crecido, y para que no se convierta en algo cotidiano deben existir medidas, leyes, políticas públicas que denuncien y condenen este tipo de acoso a la mujer que no es incluido dentro de la tipificada violencia de género.
 
El acoso sexual callejero es el más padecido por las mujeres en el día a día en las grandes ciudades, pero no hay ninguna legislación al respecto. Al contrario, en algunos países, se culpa a las propias mujeres por llevar “ropa provocativa” que incita al pecado. Algunos movimientos como La Marcha de las Putas han denunciado este delito a nivel mundial.
A la espera de políticas y sanciones para estos “delincuentes” la alternativa es ofrecer una educación saludable a nuestros pequeños y pequeñas para que respeten sus derechos y condiciones de igual a igual desde la infancia. Para que se den cuenta, de una vez por todas, que en este cuento que nos ha tocado vivir no existen ni putas ni princesas.

sábado, 10 de diciembre de 2011

"El oro o la vida" I...




Crónica desde Jaén (Cajamarca)
En un mundo accidentalmente, o mejor dicho occidentalmente perverso, resultaría fácil aceptar una propuesta minera atractiva, de esas en que te prometen todo y todo te dan, buzos para las y los niños, construcción de escuelas con el simbolito de la empresa minera, puestos de trabajo bien remunerados para los hombres de la comunidad... ninguna salida más para las mujeres... Es lo que me viene a la mente cada vez que pienso en La Oroya, la tercera ciudad más contaminada del planeta, y la primera de Latinoamérica... Efectivamente, la población optó por ello en su día, probablemente tuvieran trabajo, una escuela construida, pero además se regaló un alto índice de plomo, mercurio entre otras suntancias, que se introdujo prácticamente de por vida en la sangre de sus habitantes, incluso de las mujeres embarazadas.
Los años de riqueza, prosperidad y supuesto desarrollo quedaron en nada cuando la empresa DOE RUN suspendió sus operaciones hace casi dos años, por aquel entonces más del 70% de los trabajadores abandonaron la zona en busca de otra vida, una vida que les fue robada, pero a la que les han acostumbrado terminalmente...

Entonces fue el mercurio en La Oroya, en el Departamento de Junín. Pude comprobarlo hace dos años. Hoy no estoy tan cerca como quisiera del conflicto que ha generado el proyecto minero "Conga", un proyecto de "desarrollo" que pretende trasladar las cabeceras de cuenca de algunas de las lagunas más bellas de Cajamarca, a embalses de aguas artificiales. La razón, debajo de ellas, aguarda el oro. Que paradoja la nuestra no? Los españoles en su día venían a llevarse el oro que había en estas tierras, para que más tarde fueran saqueados por los ingleses. Hoy las trasnacionales, en ayuda con los gobiernos, con falsas promesas de desarrollo, engaños y trabajos que manipulan a sus gentes, imponen sus normas para arrancarle a las comunidades y a las lagunas, algo que para ellos guarda un valor más ancestral que económico.
Segunda paradoja, ?por qué Cajamarca, donde más del 40% del territorio está concesionado a la minería, sigue siendo uno de los departamentos más pobres del Perú? donde más desnutrición, analfabetismo y muertes maternas existen?

Las mujeres y hombres de Cajamarca, y más en concreto de Celendín, tienen la respuesta. Dicen que "Conga No Va", y con honor aseguran que prefieren seguir siendo pobres antes que perder su agua, sus montañas y la vida.
Texto: Jenifer Rodríguez - Radio Marañón, Jaén (Perú)
Fotos: Anne Berhnard - Cajamarca (Perú)

miércoles, 26 de octubre de 2011

El distrito más alejado de Jaén... Sallique


La Semana pasada estuvimos en Sallique…
Tras una coordinación previa con nuestro compañero de la emisora local Aquiles Vilela, de Radio Americana pensamos que nuestra acción y propuesta tendría buena convocatoria. Al llegar a la capital del distrito, cuya población no supera los 800 habitantes, confirmé que el fuerte y bochornoso calor no iba a ayudarnos en nada para alcanzar la meta de ese día.

Efectivamente, la convocatoria fue muy débil, algunos trabajadores de la Radio, nosotros/as como capacitadores, el sol como compañero de fábula, y algunas mujeres que, tímidamente, y como el goteo lento de agua que cae de un caño estropeado, llegaban a la casa de rondas, dispuestas eso sí, a compartir sólo un rato, puesto que había un hecho trascendente, y mucho más importante, que les podría impedir el asistir a toda la jornada y que de hecho lo impidió a la mayoría de las no asistentes: PREPARAR EL ALMUERZO.

Entonces, y antes de empezar, descubrí como una especie de sensación amarga recorría mi cuerpo, como cuando intuyes que las cosas no saldrán según lo previsto. Decidimos comenzar.
Ena Balarezo, Obstetra de la DISA (Dirección de Salud), nos acompañó a esta charla para sensibilizar y aportar algunos datos en torno a la salud de las mujeres rurales, y es que hay algo desolador en esto y que muchos/as desconocen, Jaén está en emergencia por el incremento de muertes maternas, entre otras cosas que requieren una emergencia obvia y señalada desde hace tiempo. Además la tasa de SIDA también ha llegado ya a todos los distritos de Jaén y las instituciones sanitarias no dan abasto con los escasos recursos personales que cuentan para atender específicamente a las zonas rurales, donde a veces por la lejanía, circunstancias geográficas y ausencia de personal cualificado, la salud en condiciones no llega.

La charla sobre mujer rural, enfocada a la importancia de la mujer en el campo y la producción agrícola, dio mejores frutos de los que pensábamos. Las asistentes se sintieron muy identificadas con el video “Campesinas, semillas de cambio”.

Es imposible describir como poco a poco nuestras caras de incertidumbre y de amargura, se iban transformando por satisfacción, entusiasmo y emoción, al ver cómo estas mujeres, en su mayoría amas de casa, campesinas, analfabetas sin oportunidades ni recursos, sentían en sus corazones la magia de la igualdad de género, y cómo agradecían el hecho de que nos desplazáramos ante un lugar tan alejado, que poco parece importar a la provincia de Jaén y al gobierno de Cajamarca.

Fue como si les hubiéramos abierto la mente. Como si de repente se les hubiera encendido una chispa a los hombres y mujeres que allí estaban. Las mujeres de repente veían en ellas la oportunidad de crear, de organizarse, de salir a capacitarse, de buscar la autonomía y el desarrollo…
Algunos/as miembros de las rondas campesinas y de otras organizaciones sociales, reclamaban atención, capacitación y asesoramiento, ante el abandono del distrito, definido como el más pobre de todo Jaén, y donde más desnutrición a nivel provincial existe. Y se preguntaban, ¿porqué si producimos menestras, tenemos mujeres artesanas textiles, tenemos algunos frutales, cereales… porqué no nos dan capacitación y asesoramiento dejando de lado la oportunidad de dar una buena calidad de vida a nuestra comunidad?

Nosotros/as tampoco supimos responder a esto. Supongo que es un proceso complejo en el que intervienen tantos factores económicos y sociales, en el que hay que pedir apoyo a instituciones, autoridades, amigos, a todo aquel que quiera apoyar a construir un distrito mejor que vive alejado de la realidad de su provincia y al que es posible acceder una o dos veces por semana en combi desde Jaén.

Pero Sallique tiene una herramienta fundamental, y es su emisora local, Radio Americana de Sallique, donde a través de las ondas sensibilizan e intentan abrir la mente a las comunidades en contra de la tala de árboles, la presencia de las mineras en la zona y el combate contra ese terrorismo hogareño: el machismo.
Acabada la jornada y el programa en directo las mujeres no agradecían y nos abrazaban fuerte, como hermanas, pidiendo por favor que no fuera la última vez que les visitásemos.

Entre la bolsa de limas que las mujeres nos obsequiaron, se me coló una idea que hasta hoy merodea por mi mente, y es que, cómo es posible que a día de hoy, una mujer no pueda dejar su casa y sus responsabilidades familiares durante unas horas para asistir a una charla, a un encuentro o aunque fuese a tomarse una chela o compartir sus inquietudes con otras compañeras, eso es terrorífico, me asusta que las mujeres todavía no se las permita decidir por sí mismas, nos encontramos ante un tipo de terrorismo hogareño ante el que los hombres y mujeres debemos hacer algo.

Gracias Sallique y Radio Americana. Gracias a todos y todas los que nos acompañaron ese día.

sábado, 4 de junio de 2011

Paquita la del barrio...


Existe una cantante de rancheras, obviamente en México, llamada Paquita la del barrio. Sus canciones son una mezcla entre la burla y la sátira hacia los hombres, y con esa rancherita de fondo... en fin, no sé qué más se puede pedir para agarrarse una tremenda borrachera de esas de cortarse las venas...
El caso es que al escuchar este nombre siempre me viene a la mente mi madre, otra Paquita de barrio que poco o nada tiene que ver con la cantante de rancheras...

En la entrada anterior les contaba como era la vida normal de una mujer normal de un pueblo, más o menos normal... Hasta ahí todo, evidentemente normal...

Después de un tiempo todo dejó de ser normal para convertirse en algo extraño y surrealista que jamás pensé que me hubiera tocado vivir. Era un Sábado 4 de Septiembre de 2010. Yo estaba en Jaén, en Perú había salido de trabajar a la una en punto de la tarde cuando recibí una llamada de un número español que en un principio no supe reconocer. Era el celular de mi hermana...
No sé cómo explicarlo pero cuando te hacen una llamada así la verdad es que a pesar de que te encuentres a miles de kilómetros de distancia sabes que algo malo te van a contar, justo antes de que te cuenten nada...

Entonces parte de mi vida cambió... Hacía prácticamente un año que no iba a España, de repente dejé de escuchar la voz de mi madre que me llamaba cada semana... En cuestión de un par de días tuve que empaquetar mi vida peruana; pareja, cuarto, un sin fin de trastos que en un momento así pierden por completo todo su significado, y un trabajo...

A los días logré llegar a España, en un estado de shock, cansancio, tristeza y emoción que hasta hoy me hace derramar alguna lágrima... Pasé de recordar la imagen de mi madre, a la que casi no veía desde hace un año, a presencia la imagen de un bulto, una mujer en coma, con un número sin fin de cables, máquinas y demás artefactos en todo el cuerpo...
La primera vez sentí que se me iría el alma en presenciar eso, me pregunté donde estaba mi madre realmente, y porqué a esa mujer articial sin vida decían llamarle "Paquita"...

Con el paso de los días, después del shock del viaje, de la noticia, del cambio estructural, cultural, de todo en consecuencia... Fui tomando contacto con ella, trataba de contarle todo lo que había hecho en Perú, le hablaba de como eran las cosas acá, de que pronto iba a ser su cumpleaños, le rogaba que se despertase para celebrarlo todos juntos...
Los días eran muy pesados, tristes, pero sácabamos fuerzas para ella, a pesar de que prácticamente no nos daban esperanzas... Durante las dos primeras semanas todo fue monónoto, la limpiaban, la aseaban, seguía conectada a todos los cables... respiraba artificialmente, eran días exactos e incomprensibles en un mundo que parecía paralelo a todo lo real...

Al cabo de dos semanas, sorprendentemente despertó, movía los ojos, pero no sabíamos si veía, encontes supimos que nos escuchaba, y ahí terriblemente me convencí de que sólo con nuestra fuerza ella lograría salir...

Las visitas eran estrictas, 15 minutos en la mañana y 15 en la tarde, solo un familiar, con bata y mascarillas incluidas... Pasaba mis visitas intenando sorprenderla con el pasodoble Francisco alegre, en versión femenina, claro, para ella.. le canté, la mimé, le hice renegar esos días, lograba responder a los estímulos que le hacía y entonces un día sorprendentemente empezó a hablar, y algunas de las cosas que decía lograban tener algún sentido...
(continuará)

jueves, 5 de mayo de 2011

Extraño día de la madre (Parte I)...



Mi madre es la última, la de flequillo, como yo, se parece un poco a mí... En la foto está toda una buena moza de unos 15 años celebrando con otras mozas del pueblo San Marcos, dispuestas a ejecutar lo que en el pueblo llaman "rular el huevo", cosa que hasta donde hoy tengo uso de razón no recuerdo haber hecho nunca...

Es curioso, es mi segundo año sin hacer San Marcos. Hasta los 26 años nunca antes había dejado de asistir. Mi segundo año también en Perú y uno de los tantos y tantos días de la madre que no paso junto a ella, por otra parte un invento más de los medios de comunicación y las empresas, por un lado, para comercializar esta fecha y por otro, para conseguir desmoralizar a todas las madres del mundo ante la imposición machista y sexista que reparten a diestro y siniestro con la variada y extensa oferta de regalos, pero eso es otro tema que da mucho para hablar..

Pasado mañana se celebra en Perú el Día de la Madre, en mi país fue la semana pasada y no puedo dejar de escribir sobre ella, aunque en realidad no me haya importado nunca esta fecha...
Creo que es el primer año que la siento así, y disculpen que me ponga sentimental, pero hoy, realmente sí me acuerdo de ella y sé que para todo hijo o hija su madre es especial, aunque para mí en este instante y tal vez me haya costado toda una adolescencia, que no es poco, darme cuenta de eso.

Mi madre tiene 68 años, no es una edad demasiado avanzada, pero objetivamente y sin ánimo de ofenderla, podría formar parte del grupo de facebook "señoras que salen a andar por las noches", y otros tantos grupos de esas, y dejénme que lo ponga en mayúsculas, SEÑORAS, que nos representan a tantos y tantas medianamente jóvenes, aquellos que ya blincamos los 20 y rondamos los 30, porque esas señoras, con sus problemas de pronunciación y sus curiosos cortes de pelo, al menos, una de ellas, es mi madre...

Era una mujer normal, de pueblo, le gustaba ver el programa de Saber Vivir, no salía andar, pero antaño se iba de viajes con la asociación de mujeres del pueblo... Hacía costura, cuidaba de su nieta, en fin, lo que hace una mujer de su edad en un pueblo de Albacete...

(Continuará)

jueves, 23 de diciembre de 2010

Un ser extraño en el pueblo, y en navidades...


Sin ninguna novedad, hoy es Nochebuena, como todos los años... En el pueblo suelen acontecer algunas cosas típicas en estas fechas: Una de ellas es que dos días antes los quintos se cojan la cogorza del siglo arrancando cepas por todo su alrededor y pasando noches de penuria, frío y borrachera, todo sea por encender una hoguera que cada año es más pequeña y que recuerda la fecha en la que antaño, todos los muchachos de 18 años eran mandados a la mili...

Mientras, las puertas del supermercado Consum se abarrotan de gente y los turrones y los mazapanes pueden llegar a tocar incluso la zambomba si les tocan los cojones... Las mujeres llenan las cuatro o cinco peluquerías del pueblo, y las que tienen salones de esteticien los revientan calentando cera depilatoria para que todas las fuentealameras deslumbren en estos días aunque haya poco que enseñar por los fríos polares que se avecinan...

Esto no es algo muy fuentealamero, pero como en todas los hogares lo habitual es que se junten todas las familias, de tal manera que el pueblo acaba por recibir más habitantes en una noche que en cualquier otra fiesta del año, sin contar el verano, claro... Entonces es cuando vas por la calle y te encuentras con gente que hacía mil años que no veías y te quedas con cara de gilipollas pensando que todos están casados, tienen dos o tres críos, un coche de no se cuantos millones... y todo eso... pero que al final, pues eso, sólo se les ve el pelo el día de Noche Buena y algunos parece que se les olvida hasta el día que tuvieron que amagar el lomo pá vendimiar y ahora son jóvenes apuestos de traje y corbata y con algunas canas...

Otras veces, que esto no tiene porqué ocurrir sólo en época Navideña, de hecho es lo más habitual en mi vida de pueblo, es que todo tipo de mujeres mayores te abasayen con afirmaciones y preguntas del tipo: Yo te conozco! a que eres del pueblo?? No eres tú la mujer del fontanero? del Abelardo? Que yo no tengo nada en contra de esa mujer y ese fontanero, pero que coño, digo yo ... que alguien me tendría que conocer no? Cabe decir que nisiquiera cuando era más pequeña la gente tuvo muy claro quien era... Cuando tenía 16 años e iba a coger el autobús para ir al instituto temprano, los jornaleros del campo me confundieron con una inmigrante latinoamericana, cosa que por otra parte no me ofendió, pero el caso es que yo iba a estudiar tan campante y me ofrecieron echar un jornal con los vendimiadores...

Otras mujeres, porque estas cosas siempre me pasan con mujeres mayores, saben quien soy, lo que nunca llegan a tener claro es por dónde estoy, entonces una de dos, intentan quedar bien diciéndote: qué? cómo te ha ido POR AHÍ?? aun estás trabajando por AHÍ??? y se quedan tan anchas... La otra opción es que las susodichas den por sabido el lugar donde te encuentras y de repente te pregunten qué tal por Paraguay... y tú, con cara de entrepaleta y gazpachos le sueltas: Pero si yo no estoy ahí! a lo que la mujer te responde: Bueno, es que como todo eso está por ahí... tó junto! pues lo mismo da en un lao que en otro! jajajaja!

Entonces respiro profundamente, cuento hasta tres y pienso en la mejor frase que he escuchado últimamente a un hombre mayor: "Nena, hoy es un día de esos pa hincharte a comer chorizos en la lumbre y sacar el porrón de vino... y ya estamos arreglaos".